Tras un largo recorrido de experimentación y errores cometidos en la academia, actualmente tengo la posibilidad de rectificar mis ideas, es por lo que me he centrado en entender los elementos conceptuales, para llegar a proponer soluciones con figuras geométricas elementales.
Sin embargo, en un mundo en que el humano tiende a complicarlo todo y se piensa que algo complicado de realizar, debe tener un reconocimiento mayor que lo simple o sencillo, mi propuesta efímera ya que plasmo mi idea en un determinado espacio visual, mantenía una incertidumbre, pues desafortunadamente mi contrato fue limitado al diseño arquitectónico, una gran desilusión al ser mi primera obra y sin saber si se construirá tal como yo lo diseñe.
Es aquí el momento en que llego a entender a mis maestros de sistemas constructivos quienes repetidamente hacían alusión aquella frase famosa del gran maestro Mies van der Rohe “la arquitectura está en los detalles”.
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